
Los materiales radiactivos provenientes de los centros de producción de armas nucleares se acumulan regularmente en terraplenes, donde permanecen disponibles para el reciclado y la reventa. El Servicio de Recursos e Información Nuclear (NIRS, su sigla en inglés) informó que el ministerio de Energía (DOE, en inglés) proveyó desechos radiactivos para su uso en el concreto, equipos, asfalto, productos químicos, suelos, etc., también en recipientes inadecuados y sin preparación, como terraplenes, negocios comerciales y áreas de recreación. Bajo el actual sistema, el DOE suministra directamente los materiales, los vende en subastas o los entrega en intercambios, o envía los materiales a procesadores que pueden utilizarlos sin atender a controles radiactivos. Cada vez es más frecuente el reciclaje de éstos materiales para su reutilización en la producción de artículos hogareños de uso diario y efectos personales, tales como cremalleras, juguetes, muebles, automóviles, construcción de caminos, escuelas y rellenos de patios.
El informe del NIRS, “Propósito fuera de control: El DOE dispersa desechos radioactivos en terraplenes y productos de consumo”, rebate justificaciones, leyes y métodos usados por el DOE para acelerar la limpieza obligatoria de la herencia ambiental generada por el programa de armas nucleares de la nación y la investigación en materias energéticas nucleares patrocinada por el gobierno. Uno de los programas de limpieza ambiental más grandes del mundo y de mayor complejidad técnica, incluye 114 sitios a través del país, un esfuerzo que se terminará antes que expire 2008.
Para facilitar la “limpieza” de estos sitios, el DOE dispuso unilateralmente los niveles permisibles de contaminación radiactiva y de exposición del público, mientras aumenta la presión para reducir el control e imprimirle rapidez al despeje de la radiactividad mediante la legalización del empleo y abandono final de la basura nuclear.
En 2000, la secretaría de Energía prohibió el reciclaje comercial de metales potencialmente radiactivos. Sin embargo, la interdicción no se aplica a la reutilización de equipos de metal o a la tenencia de esos metales, componentes, tuberías, ni a su reutilización o la disposición al reciclaje de otros materiales.
Fueron investigados siete sitios de importancia para el informe del NIRS: la Oak Ridge Tennessee, Rocky Flats Colorado, Los Alamos New Mexico, Mound y Fernald Ohio, West Valley New York, y Paducah Kentucky. Entre estos, se dice que Tennessee es el embudo principal donde, sin conocimiento público, se vierte la basura de de energía y de armas nucleares de todo el país, en terraplenes e instalaciones de reciclaje. “La gente de los alrededor de los botaderos regulares de basura ha quedado choqueada al saber que la contaminación radiactiva de la producción de armas nucleares está amontonándose allí, lanzada directamente por el DOE o vía corredores y procesadores”, dijo a la autora Diane D’Arrigo, directora del Proyecto de Desechos Radioactivos del NIRS.
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