viernes, 12 de febrero de 2010

UN NUEVO ESCENARIO POLÍTICO EN LA USACH


Por Felipe Enero
Secretario CEE Licenciatura en Estudios Internacionales

Tras la victoria electoral del magnate Sebastián Piñera y la designación de su gabinete eminentemente corporativo, oligárquico y neoliberal, en un acto apoteósico y mediático en el Museo Histórico Nacional se vislumbra un nuevo escenario de politización de la sociedad civil y una rearticulación de las fuerzas políticas y sociales del país y de nuestra universidad.

Mientras el año 2009 estuvo marcado por el ascenso del movimiento Avanza Usach en la mesa directiva de la Federación, movimiento de una considerable amplitud de sensibilidades y de carácter principalmente gremial (debido al contexto de desmoralización del movimiento estudiantil a nivel local), y cuya finalidad era reposicionar y validar a la FEUSACH a nivel interno y externo frente a una grabe crisis de gobernabilidad, el año 2010 se vislumbra como un periodo de álgida movilización social y un espacio temporal propicio para socializar, promover y hegemonizar las políticas educativas deliberadas y emanadas del congreso estudiantil de la USACH, así como del Congreso Nacional de Educación.

La creación de una nueva institucionalidad para la educación pública, que sea de carácter prioritariamente estatal, coherente, no excluyente, regionalizada, democrática y participativa, latinoamericanista y con suficientes recursos para solventar la investigación y creación científica, tecnológica y cultural en función de un desarrollo equitativo para el país (lo que implica una profunda reforma tributaria), y la constitución de un claustro triestamental en la universidad el presente año, se manifiestan como las premisas a seguir por todas las fuerzas políticas de la izquierda y el progresismo, así como del estudiantado independiente conciente de las necesidades de la educación y el desarrollo del país.

Frente a la designación del empresario y político conservador Joaquín Lavín como ministro de educación, del Chicago Boy y anti-sindicalista Felipe Larraín como ministro de hacienda, y la oleada privatizadora que dichos personajes pueden acarrear, debemos mostrar una actitud firme y cohesionada como movimiento universitario y estrechar lazos estratégicos con los restantes actores de la educación (en particular los académicos), y de convergencia y solidaridad con la diversidad de movimientos sociales existentes (principalmente el sindical) en pos de constituir a mediano plazo una nueva mayoría progresista que abogue por cambios estructurales a nivel político, económico, social y cultural en nuestra patria. Es por ello que se hace imperiosa la necesidad dotar a Avanza USACH de una plataforma clara, anti-neoliberal, realmente progresista y democratizadora que logre conciliar los intereses gremiales con los sociales.

En este año y ante la próxima elección de directiva de la FEUSACH, los estudiantes debemos fortalecer y enriquecer todos los cúmulos organizativos de la universidad, para ello debemos estar preparados para el debate de ideas frente al infantilismo de sectores anacrónicos y exaltados, el “facultismo” y “gremialismo” de compañeros con buenas intenciones pero errados y reduccionistas en su accionar y comprensión de la realidad nacional, y de los sectores de derecha (o seudo independientes) que de seguro se rearticularán al calor de su nuevo gobierno (el cual no lo habían podido ostentar bajo una institucionalidad medianamente democrática desde 1958).

Compañeras y compañeros, con las manos de todos los que abogan por una Universidad mejor, una educación inclusiva y un Chile soberano, democrático y de justicia social,

¡¡LA USACH AVANZA HACIA LA EDUCACIÓN PÚBLICA!!

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